La semana pasada empezamos a la piscina en Talasoponiente, un centro termal a pie de playa y muy cerca del centro, del que tenemos la suerte de disfrutar en Gijón desde hace unos siete años.
Cuenta con piscinas de agua de mar, tanto interiores como exteriores, además de zona de spa, juegos acuáticos, gimnasio, servicios de fisioterapia y estética...
Durante el embarazo ya estuve asistiendo a clases de AIPAP, un método de preparación al parto mediante ejercicios en el agua organizado por las matronas de Acompañando (unas chicas encantadoras) y que recomiendo totalmente.
Y con el nuevo año hemos vuelto a las instalaciones para descubrirle a Bubi (o redescubrirle, según se mire) el mundo acuático. Los cursillos para bebés son a partir de seis meses y se puede optar por piscina de agua de mar o piscina normal.
En la piscina de agua clorada normal los cursillos son de dos horas a la semana, pero nos han hablado tanto de los beneficios de la de agua de mar, que nos hemos decidido por esta opción, a pesar de ser sólo una hora a la semana.
Nuestra primera clase de la semana pasada fue todo un éxito y Bubi disfrutó de lo lindo del agua, a pesar de que cuando nos metimos en la piscina estuvo un rato decidiendo si protestar o no y sin querer separarse de mi cuerpo. Pero en cuanto se sintió seguro comenzó a mover los brazos y las piernas, a chapotear y saborear el agua salada que le salpicaba la cara...jeje.
Aunque el peor momento para él fue sin duda el del vestuario, tanto para llegar como para ducharse y vestirse después. Se pasó el rato llorando, así que para mañana modificaremos algunas cosas a ver si no le resulta tan desagradable.
Ya iremos desde casa con el bañador y el pañal para el agua bajo la ropa y le pondré un mono enterizo que le he comprado especialmente para los días de piscina, a ver si así es más rápido vestirlo y desvestirlo y acortamos el momento vestuario.
Os recomiendo que si en vuestra ciudad tenéis algún centro que organice natación con bebés (también llamada matronatación) os apuntéis sin dudarlo. Es un rato divertido, en el que fortalecer el vínculo con el peque de otra forma, un momento para compartir sonrisas, juegos y nuevas experiencias.
Nosotros ya estamos deseando que llegue mañana...¡al agua patos!
Hola! Nosotros también llevamos al pequeñajo a la piscina, le llevamos desde los diez meses, ahora tiene 29...le encanta! y como bien dices, es una forma de hacer el vínculo más fuerte, por ello, decidimos que quien le llevaría a matronatación sería su aitatxu, puesto que es quien pasa menos horas con él durante la semana...es su momento padre-hijo.
ResponderEliminarBesos
Cuentos de amatxu
Me parece una idea genial aprovechar esos momentos para que los peques disfruten de papá cuando nosotras tenemos la suerte de ser las que más tiempo pasamos con ellos. ¡Seguro que cuando sea más mayor le encantará recordar esos momentos!
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