martes, 12 de enero de 2016

"Hola, doctor"

Editorial: Océano Travesía
Autor: Michaël Escoffier
Ilustrador: Matthieu Maudet
Mi recomendación: de 18 a 36 meses


Las visitas al pediatra se convierten muchas veces en auténticos dramas familiares. Tod@s hemos sido testigos alguna vez de ese niño o niña que llora desconsolado en la sala de espera porque no quiere pasar a la consulta, o hemos oído gritos procedentes del interior tan desgarradores, que serían dignos de cualquier película de terror.

Pues éste es uno de esos títulos que pueden ayudarnos a tratar con nuestros pequeños el miedo a ir al pediatra. También es un cuento que me gusta para niñ@s que tienen que estar ingresad@s, o para aquellos que van a sufrir una operación.
Creo que pocos métodos mejores para afrontar miedos hay, que hacerlo a través de la risa, y eso puede conseguirse con este cuento.



Nos encontramos en la consulta de un doctor, con su bata de doctor y sus gafas de doctor, cuyos pacientes son diferentes animales aquejados de distintas dolencias.
El doctor se asoma a la puerta de la consulta cada vez para mandar pasar al siguien
El cocodrilo se queja de dolor de muelas hasta que el doctor descubre el problema: ¡se ha comido el palito del chupa-chups y se le ha quedado clavado! Unas tenazas y el problema queda resuelto.
Así que es el turno del siguiente, en este caso el elefante, al que le duele la trompa. Enseguida el doctor descubre que el elefante se ha metido un chicle por la nariz, así que una solución un tanto peculiar (les encanta porque todo acaba cubierto de chicle) y problema resuelto.


Pero algo raro ocurre. Cada vez que entra un paciente a la consulta, otro desaparece de la sala de espera. El conejo y el pato ya se han esfumado como por arte de magia, así que sólo quedan la oveja medio dormida y el lobo...¿qué les habrá podido ocurrir al conejo y al pato?

En esto no suelen fijarse y ser capaces de teorizar hasta pasados los tres años, pero podemos darles pistas sobre qué observar en la ilustración y alguna idea sobre qué habrá podido pasarles (habrán ido a hacer pis, o a beber agua, o a comer algo...)

Y así llega el turno del lobo que se queja de dolor de barriga. ¿Cuándo nos duele a nosotros la barriga?Quizás cuando comemos demasiado... (aquí siempre hay algun@ que suele decir "cuando tenemos ganas de hacer caca"...jijiji).
Así que el doctor se asoma a la boca del lobo para ver qué puede tener en la barriga y entonces el lobo, como buen lobo de cuento, ¡se lo come!


La última imagen del cuento me encanta, me parece muy divertida, pero además me gusta porque deja el final abierto, libre a la imaginación de cada uno: el lobo se asoma a la puerta de la consulta con la bata del doctor y..."¡Que pase el siguiente!"
En la sala de espera sólo queda la oveja que cuando ve al lobo disfrazado...¿qué hace, entra o no entra? ¿Qué harías tú?

Y aquí podemos jugar a inventar finales, que es algo de este cuento que me gusta mucho. A ellos suele sorprenderles que el cuento termine así, sin un final aparentemente definido.
Normalmente es una historia que les gusta, les divierte y que, además, nos permite variar y adaptar diferentes detalles para acercarnos lo más posible a la realidad del pequeño oyente para el que contamos.



¿Vuestro peque pone pegas para ir al médico? ¿Habéis trabajado este tema con algún otro cuento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario