Autor: Eric Carle
Mi recomendación: de 18 a 36 meses
Sin duda mi preferido para la temática navideña en estas edades. El magnífico Eric Carle no es para menos.
Creo que el adjetivo que mejor define esta historia es "entrañable".
Un granjero tiene cinco animales en su establo a los que llama Uno, Dos, Tres, Cuatro y Cinco (aquí ya empezamos a poder jugar con las manos, contar los deditos, quizás utilizar una marioneta de dedo de cada animal...) Un caballo, una vaca, una oveja, un cerdo y un gallo, a los que el granjero echa de comer cada día y limpia el establo.
Además, en la granja hay un árbol, "Hola Árbol ", le dice el granjero cuando pasa cada día a su lado.
Y así el autor nos presenta a los personajes de esta bonita historia. Efectivamente el protagonista es un granjero, pero los niños y niñas siempre creen ver en la portada a Papá Noel, y así empieza uno de los encantos de este cuento.
Un anciano regordete, de barba blanca, vestido de rojo y con un saco a la espalda...¿seguro que es Papá Noel? Llegado este punto, el interés está garantizado, todos quieren saber si este anciano es o no el navideño personaje.
El anciano, uno de los días que regresa a casa cansado, sueña con la nieve, con copos y copos helados que le cubren a él y a sus cinco animales. Esos montones de nieve se presentan en un acetato, de forma que nosotros podemos cubrir o liberar de la capa de nieve al granjero y a los animales con sólo mover la página.
Emplea una estructura repetitiva para la nieve que va cubriendo a cada uno de los personajes hasta que el granjero se despierta, mira por la ventana y descubre que ha nevado de verdad, no ha sido un sueño.
Entonces, de pronto: "¡Casi se me olvida!" el anciano se viste rápidamente (curiosamente su atuendo consta de botas, abrigo y gorro rojos que nos recuerdan a alguien...), coge una caja y un saco que se echa a la espalda y sale de casa en dirección a Árbol.
Y aquí llega la mejor parte: ese anciano que parece Papá Noel y se viste como Papá Noel, decora el árbol con los adornos que trae en la caja, y a su pie coloca los regalos que trae en el saco (¡vaya!¡otra vez como Papá Noel!). Un regalo para cada uno de sus animales con su nombre indicado por etiquetas en mayúsculas.
La última página del libro presenta esta escena con un árbol precioso, lleno de bolas de colores y adornos brillantes. Entre ellos un pequeño botoncito rojo que al presionarlo emite unos sonidos como de campanitas...en ese momento ya los tenemos con la boca abierta y, lo mejor de todo: ¿era o no era Papá Noel?
Cada uno es libre de pensar lo que quiera y eso es algo que me parece un gran acierto. La sensación al terminar la historia apretando el botón es mágica, sorprendente y, al fin y al cabo, eso es la Navidad ¿no?
Para rematar esta bonita historia y la diversión que suponen los acetatos y el botón de la música, la portada y contraportada están cubiertas de copos de nieve en relieve, con un tacto como de terciopelo. A los peques les encanta tocarlos, podemos aprovechar para contarlos...
¿En tu casa existe la tradición de Papá Noel? ¿Crees que tu peque reconocería a este personaje en el entrañable anciano de la historia?
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